Yo hoy no puedo ser luz, la alegría es frágil ante las leyes de la vida, sí así como en la película, cuando el huérfano siendo ya un hombre traiciona sus creencias por lo que en ese momento piensa que es un bien mayor.
Sí, y hoy tuve un día maravilloso cocinamos pizza, inventamos juegos teatrales, hicimos panqueques alemanes con la alemana que tiene corazón de chilena, un niño nuevamente no me saludó, pero me dio un abrazo y me dijo tan despacito que me tuve que acercar “te quiero” para luego esconderse en mis faldas, después de haberme ignorado semanas.
Pero por otro lado pienso y pienso, no paro de imaginar la soledad en la que se haya el morocho de Viña, sus días sin recriminaciones, sin ataduras, sus recorridos llenos de algo que desconozco y soy tan egoísta, egoísta y mezquina, porque me alegra no ser yo.
Mil historias me dan vueltas y es probablemente esto lo que evito cada noche, entonces invierto mi energía entera en que la fantasía colme los objetos que puedo alcanzar. ¿Y la chica que quiere quedar en embarazada a los 15, para irse de la casa porqué se avergüenza de su vieja que no lee aceptará ir a ver una película italiana conmigo?
¿Qué es eso?
Entonces un juego macabro el de los contrastes… “mira! Vamos a ver ese depto está grosso…cuanto vale? 3600 UF, HAA!! Claro tiene sala de ejercicios, piscina, quincho, está lindo mmm veamos otro”. Por la tarde el aire frío me despierta a bofetadas y me recuerda lo que es añadidura, difícil recordar lo que el medio quiere que olvides con tanta insistencia. Después malas noticias en el ajetreo, pero nada desgarrador, hay que seguir trabajando nomahs- le digo a mi jefa-, es que una no se puede andar con blanduras a esta altura del partido, yo sabía desde siempre que esto no es fácil y que uno solo no hace el verano pues- ella siempre se ríe, es muy amable-.
A las 1:20 mas menos suena el teléfono, malas noticias de nuevo, pero ahora si hay espanto y de nuevo el frío me devuelve a la realidad (¿Será por eso que me tocó vivir por el sur?, con lo mal que me hacen la bajas temperaturas), pero más que todo escucho esa voz que conozco tanto en todos sus matices con uno menos habitual y que me ha roto el alma cada vez que le oigo así. Y ahí viene esa imagen de dos chicos y una niña, jugando en una villa de Santiago, corriendo, riendo, nunca peleábamos ..ni de niños, nos queríamos mucho y ahora ya ni recuerdo sus rostros. Uno no tiene la vida que merece, yo tengo demasiado comparado con otros y no me lo merezco, porque tengo que pensarlo cuando tengo que quitarme algo, incluso aunque lo dé feliz, algo de mi necesita tiempo para resignarse.
El dolor es la daga de mi verdad y no siempre lo quiero entender bien.